El pasado 7 de julio la Comunidad de Madrid ha aprobado el proyecto de Ley Maestra de Libertad Educativa para ser remitida a la Asamblea y comenzar el debate previo a su entrada en vigor.
Siendo una Ley que afecta de forma directa a nuestro sector, FSIE Madrid, sindicato mayoritario de la enseñanza concertada en Madrid, quiere destacar los siguientes aspectos:
- Defendemos y aplaudimos cualquier medida encaminada a fortalecer la libertad de elección de centro por parte de las familias madrileñas, siendo una consigna constante e histórica en nuestra organización. La inclusión específica de la demanda social como parte de los criterios en la etapa de la provisionalidad de plazas educativas asegura esa posibilidad de elección a las familias
- Defendemos la apuesta de la ley por potenciar la pluralidad educativa, con las redes sostenidas con fondos públicos contempladas como redes complementarias, lo que siempre había ocurrido y en los últimos tiempos, y por la Ley Celaa, se veía amenazado.
- Consideramos una noticia excelente la defensa clara y contundente de la Educación Especial como un pilar fundamental de la enseñanza inclusiva y nos alegra su detalle pormenorizado para evitar cualquier tipo de resquicio que pudiera posibilitar un ataque posterior.
- Lamentamos que la elaboración de la ley maestra no haya servido para encarar algunos aspectos que quedan sin solucionar y que consideramos fundamentales:
- El cálculo del coste real del puesto escolar arrojaría luz a unos debates estériles que incluso ponen en cuestión el ahorro constante y continuo que genera la Enseñanza Concertada a las arcas públicas. Hubiera sido un momento idóneo para detallar los conceptos exactos que se tienen en cuenta a la hora de adjudicar gastos en las distintas redes de enseñanza.
- El concierto de la etapa de Bachillerato queda fuera, de forma sorprendente, de la ley, cuando era uno de los puntos asumidos en la anterior administración.
- No hay mención alguna sobre los trabajadores del sector, cuando son principales protagonistas, y cuando todavía deben asimilar graves discriminaciones frente a sus compañeros de la Enseñanza Pública, siendo especialmente grave la imposibilidad de acceder a una jubilación parcial, y provocando su presencia a jornada total en las aulas hasta los 66 años, y 67 en un futuro no muy lejano.
FSIE Madrid desea que, a lo largo de su trámite parlamentario, se posibilite la participación de los principales actores de la enseñanza concertada madrileña, y, como no puede ser de otra manera, nuestra organización defenderá el reconocimiento y mejora de las condiciones de los excelentes trabajadores de nuestro sector.
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