En FSIE nos unimos un año más a las reivindicaciones por el Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo el 28 de abril para promover la prevención de los accidentes y las enfermedades profesionales en todo el mundo.
Como organización sindical que defiende los derechos de los profesionales de los centros de la enseñanza concertada y privada y de la atención a personas con discapacidad, enviamos un mensaje a toda la sociedad, y en especial a las administraciones públicas y a las organizaciones patronales, de que “todas las condiciones laborales importan”, no solo las salariales.
Esta fecha que empezó a celebrar la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2003 es una campaña de “sensibilización destinada a centrar la atención internacional sobre cómo la creación y la promoción de una cultura de la seguridad y la salud puede ayudar a reducir el número de muertes y lesiones relacionadas con el trabajo”.
En FSIE recordamos, en línea de la postura de la OIT, que la pandemia y las nuevas tecnologías han cambiado la manera de trabajar, modificando algunos aspectos como es la relación con la tecnología y la irrupción masiva del teletrabajo o los horarios, que a menudo suponen unas jornadas laborales más extensas, sin tener en cuenta la conciliación familiar y el derecho de los trabajadores al descanso.
Asimismo, la situación global ha afectado también a una mayor intensificación del trabajo a raíz de los recortes de plantilla y a nuevas formas de empleo, como por ejemplo el empleo independiente, la subcontratación o los contratos temporales.
En FSIE recordamos que las administraciones públicas deberían tener en cuenta a los profesionales en su toma de decisiones cuando, por ejemplo, han publicado los currículos de las diferentes etapas educativas a finales de curso para aplicar pocos meses después, sin apenas margen de tiempo. Este tipo de decisiones, creemos, anteponen intereses ideológicos al bienestar del personal de los centros y en consecuencia tienen nuestro rechazo, como ya hemos expresado en repetidas ocasiones.
Tampoco se garantiza la salud de los profesionales en los centros educativos concertados, privados y de atención a la discapacidad al no mejorarse las condiciones de adaptación climatológica en el aula para hacer frente a las temperaturas más extremas en los meses de verano e invierno. Son decisiones que afectan también al alumnado y que en FSIE defendemos.
Todas estas condiciones importan. Seguimos trabajando para que mejoren.
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